La imagen más icónica de aquel día la recordamos todos: el entonces president de la Generalitat, Jordi Pujol, sentado en primera fila del Dragon Khan junto a su esposa, Marta Ferrusola. «Yo tengo 64 años y ya pueden ver que he subido y no me ha pasado nada», dijo nada más apearse.
El 1 de mayo de 1995, PortAventura abría las puertas de lo que se presentó como «un universo de diversión donde la familia va a experimentar extraordinarias emociones», enclavado entre Salou y Vila-seca, que apoyaba su realidad en «cinco culturas legendarias: Polinesia, México, China, Far West y Mediterránea».
Nacía así el primer parque temático de España. La entrada costaba 3.800 pesetas. La temporada iba de mayo a octubre. Hoy, PortAventura World celebra, junto a sus visitantes, 30 años de historia que son también los de la revolución turística de la Costa Daurada. Un acuerdo entre empresa y sindicatos salvó a última hora la amenaza de huelga que planeaba sobre este puente.
En estas tres décadas de trayectoria, PortAventura World ha recibido más de 100 millones de visitas. Pero lo que más impactó a las 15.000 personas que asistieron a la inauguración del parque fueron –Dragon Khan al margen– «las atracciones de agua, como Tutuki Splash, Grand Canyon Rapids o Silver River Flume».
Al estreno no faltó el famoseo de la época: Maribel Verdú, Josep Maria Flotats, Núria Feliu, Andoni Zubizarreta, la familia Cruyff, Carles Reixach o los actores de Poblenou. La prensa internacional informó de todo.
La historia, en cifras
La hemeroteca recuerda algunos datos curiosos. Las obras de PortAventura se alargaron 30 meses, con la participación de 25.000 empleados y un millar de empresas, y la inversión en el recinto alcanzó los 48.000 millones de pesetas. Se levantaron hasta 2.200 edificios. El parque arrancó con 170 empleados fijos y 2.000 temporales.
En las 22 tiendas, cerca de 10.000 artículos para «llevarse un buen recuerdo»: vestidos indios, petacas o abanicos de seda, además de las clásicas tazas, camisetas y gorras. El tren circulaba a 11 kilómetros por hora y el barco, a cuatro nudos.
En 30 años, el parque ha vivido innumerables hitos. Y para este aniversario especial, PortAventura ha preparado actos extraordinarios y espectáculos temáticos. El show FiestAventura tendrá otro final este verano, con 300 drones formando figuras en el cielo. El desfile final que cierra cada jornada renovará sus carrozas, el vestuario y la música.
La función del Gran Teatro Imperial se convierte esta temporada en Un viaje fascinante, un número que repasará la historia de PortAventura a través de las diferentes áreas temáticas. La efeméride se deja ver ya en la decoración, el logo y el merchandising; y los restaurantes cocinarán platos de las cartas de tiempo atrás.