El papa de las 18:08. Así viví la fumata blanca en El Vaticano

Fieles corriendo, rezando, llorando, grabando la fumata blanca con sus teléfonos móviles y algunos con las banderas de sus países en sus manos. La sensación era indescriptible entre ilusión, alegría y esperanza

09 mayo 2025 19:58 | Actualizado a 10 mayo 2025 07:00
Jordi Julià
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Recordaré siempre el gran momento. Las seis y ocho minutos del jueves ocho de mayo de 2025 en la plaza San Pedro de El Vaticano. Estaba la sala Stampa o lo que es lo mismo, la sala de prensa. Estábamos haciendo un reportaje, preguntando a diversos periodistas de todo el mundo –de hecho hay unos cinco mil reunidos estos días en Roma–. Estaba entrevistando a un compañero cuando de repente oímos un grito. Después el murmullo. Nos giramos a las pantallas de la sala. Mostraban la chimenea del Vaticano. No me lo podía creer, estaba saliendo humo y era blanco. «¡Fumata blanca!», gritaban los compañeros periodistas mientras salían apresurados de la sala de prensa. Yo les seguí.

La Via della Conciliacione era una imagen inédita para mí. Fieles corriendo, rezando, llorando, grabando la fumata con sus teléfonos móviles y algunos con las banderas de sus países en sus manos. La sensación era indescriptible entre ilusión, alegría y esperanza. Con la adrenalina por las nubes empezamos a avanzar entre la multitud. Había en esa plaza unas cuarenta mil personas en ese momento.

A partir de ahí una espera que se nos hizo eterna a pleno sol y apretujados con fieles de todo el mundo. Unos peregrinos africanos bailaban y cantaban al nuevo Papa. Se abre el balcón más famoso del catolicismo. Se pronuncia la frase más esperada, «habemus papam» y da la pista de quién va a ser el elegido. Empiezan los comentarios y los gritos: «¡Es el americano!» y otros «¡Es el misionero en Perú!». Finalmente aparece ante la multitud que estaban esperándole. Es Robert Provest, de 69 años y nacido en Chicago, y su nombre como pontífice es León XIV. Es el primer Papa de Estados Unidos. Me comentan en la plaza que es un Papa «de nuestros tiempos, misionero, agustino, tenista y con 100.000 seguidores en redes sociales, que responde él mismo personalmente». Un Papa de nuestros días. En la plaza veo a una mujer llorando. Es peruana y me cuenta que en su país lo sienten como suyo ya que allí vivió hasta el año 2023 en una comunidad muy pobre. Lloraba emocionada y feliz.

Me cuenta un vaticanista que los cardenales se pusieron de acuerdo durante la hora del almuerzo. Al final, el favorito italiano, Parolín, no cuajó.

¿Pero qué tipo de Papa es León XIV? En su primera misa, este viernes, lo dejó bien claro. Propone una Iglesia «que ilumine las noches del mundo con la santidad de los cristianos». «Me habéis llamado para llevar una cruz, bendecido con esta misión, quiero que vosotros también caminéis conmigo». Ahí va un guiño a su pasado como misionero. Y ha confiado las lecturas de la misa a dos mujeres, entre ellas la española Fermina Álvarez. Este sería un gesto para dar un papel más visible a la mujer en la iglesia. Veremos si esto se queda en un gesto o se convierte en una de las líneas a seguir por el nuevo Papa.

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