Esta semana el ecosistema agroalimentario ha participado en una nueva edición de Food 4 Future-Expo Foodtech, en Bilbao, uno de los encuentros internacionales más destacados sobre innovación en la industria agroalimentaria, en el que se reúnen empresas tecnológicas, start-ups, productores y transformadores de alimentos para compartir soluciones que están marcando el presente y futuro de un sector muy presente en el territorio de Tarragona.
Uno de los grandes focos en la industria este año ha sido la robotización y automatización en entornos agrícolas y de invernadero. Las nuevas generaciones de robots ya no solo siembran o recolectan, sino que realizan tareas de tratamiento fitosanitario, transporte interno o clasificación del fruto en tiempo real aplicando tecnologías como la inteligencia artificial o la analítica de datos.
La tendencia es clara, ante la falta de mano de obra y la necesidad de aumentar la eficiencia y la competitividad, los sistemas autónomos y colaborativos se están convirtiendo en una palanca clave, especialmente en cultivos como el tomate, el pepino o las berries.
Otra de las grandes áreas para la industria es la biotecnología alimentaria. Los procesos de fermentación se están consolidando como vía para crear nuevos ingredientes funcionales con beneficios para la salud de las personas. Desde análogos cárnicos mejorados hasta fermentados de subproductos, se avanza hacia una economía más circular y saludable.
En este ámbito de la innovación en nuevos alimentos, el sector también se centra en la investigación de la calidad nutricional de nuevas proteínas y cómo éstas interaccionan con la microbiota intestinal mediante modelos avanzados alternativos a la experimentación animal, como los organ-on-chip, una herramienta tecnológica que permite simular el comportamiento del tracto digestivo sin necesidad de recurrir a estudios en humanos, y la aplicación de ciencias ómicas.
En paralelo, surgen iniciativas sostenibles para la producción energética integrada en espacios agrícolas, como los invernaderos solares con placas fotovoltaicas semitransparentes, capaces de generar energía sin comprometer el crecimiento de los cultivos. Este tipo de soluciones innovadoras, aún en fase de despliegue, anticipan una transformación profunda en la manera de gestionar los recursos en la agricultura.
Entre las tendencias del sector en el ámbito tecnológico, cabe destacar la consolidación de la inteligencia artificial como herramienta transversal con aplicaciones desde la predicción de plagas en el campo hasta el control de calidad o la planificación logística en las industrias. Así, la combinación de la recogida y analítica de datos en tiempo real, sensores y algoritmos permite al ecosistema agroalimentario tomar decisiones más rápidas, informadas y sostenibles.
El sector de la alimentación actual -y el que viene- es exigente, muy dinámico, altamente demandante y tremendamente profesional, lo que obliga a que todos los actores de la cadena de valor estén a la altura: desde los investigadores y centros tecnológicos, asociaciones hasta las universidades y las entidades reguladoras. Todos ellos también están respondiendo a este elevado nivel de exigencia. Por eso, el futuro del sector alimentario se perfila como un entorno altamente competitivo, donde adaptarse e innovar marcará la diferencia.
Carol Benedí Responsable de negocio del Mercado Alimentación de Eurecat