Edu Oriol ha vuelto a casa. El gemelo de Joan Oriol, capitán del Nàstic, colgó las botas y tras ser entrenador en el Motril y el Palo en Andalucía está de vuelta en Cambrils. Ahora tiene un nuevo reto por delante y es ser el director deportivo del Cambrils Unió, aunque para ello la candidatura de Kiko Cerrato, de la que forma parte, debe ganarlas. De eso y de su trayectoria futbolística nos habla en el Diari de Tarragona.
¿Cómo está viviendo estos meses sin fútbol?
Desde que me fui del Palo a mitad de temporada no estoy entrenando porque, como ya pactaron los entrenadores en su día, para dar más oportunidades a otros compañeros, una vez firmas el finiquito o te despiden, no puedes entrenar durante la misma temporada. Así que me he dedicado a estar en casa, ver muchos partidos de Tercera, Segunda RFEF y Primera RFEF, y empaparme de entrenamientos, conceptos y metodologías. La idea es estar preparado por si llega una propuesta interesante y motivadora ahora que acaban las temporadas. También ha aparecido la opción de Barça Escola y Barça Academy. Me presenté junto a 90 profesionales y fui seleccionado.
«Quiero hacer crecer el fútbol base en Cambrils»
También se ha anunciado que forma parte de una de las candidaturas a la presidencia del Cambrils Unió.
Hace unos diez días, Kiko Cerrato, que forma parte de una de las candidaturas para dirigir el Cambrils Unió, se reunió conmigo y me propuso ser el director deportivo. Me sorprendió, me dejó en shock, porque es un reto muy ilusionante y motivador volver a casa. Tanto mi hermano Joan Oriol, que ahora está en el Nàstic, como yo, salimos de Cambrils, y siempre hemos dicho con orgullo que somos de aquí. Volver es una oportunidad para aportar toda la experiencia del fútbol profesional y potenciar el talento cambrilense, tanto masculino como femenino.
Edu, su candidatura como director deportivo, ¿sería un ejemplo perfecto para los chavales de Cambrils?
Sí, totalmente. Siempre hemos tenido muy presente el sentimiento cambrilense. Nosotros salimos de una escuela de veteranos de Cambrils que fundaron mi padre y otros padres porque no había fútbol base. Llegar al Nàstic, que es el equipo referente de la provincia, fue muy especial. Ahora, poder volver sería una forma de potenciar el talento local, no solo en jugadores y jugadoras, sino también en entrenadores. Hay ejemplos como Albert Puig, que fue director deportivo del Barça y ha tenido trayectoria como entrenador; o Fran Artiga, que estuvo en el fútbol base de Cambrils y luego en el del Barça, y ahora está en Rusia. Talento sobra y potencial también. Cambrils no es un club pequeño: tiene una estructura grandísima.
¿Cuántos equipos tienen ahora el Cambrils Unió?
Si no me equivoco, son 57 equipos, de los cuales 11 son femeninos. Eso demuestra el gran trabajo que ha hecho la junta encabezada por Ferré y el director deportivo David Sánchez. Cuando un club crece tanto es porque se han hecho las cosas bien. Por eso quiero poner en valor su labor.
Tiene opciones con Barça Academy, está entrenando, posible director deportivo del Cambrils... El fútbol no se va de su vida.
No, para nada. Siempre digo en broma que todo en mi vida está relacionado con un balón. Es lo que he mamado desde pequeño. Mi sueño es ser entrenador, igual que fui futbolista. Pero esta opción del Cambrils me parece un reto brutal. Si la candidatura de Kiko Cerrato entra, me dedicaré al 100% a hacer crecer el fútbol base en Cambrils y ayudar también a los entrenadores del club.
«Mi hermano Joan es un ejemplo a seguir»
¿Cómo es la vida sin fútbol como futbolista? ¿Le costó menos de lo que pensaba?
No, para nada. Siempre digo en broma que todo en mi vida está relacionado con un balón. Es lo que he mamado desde pequeño. Mi sueño es ser entrenador, igual que fui futbolista. Pero esta opción del Cambrils me parece un reto brutal. Si la candidatura de Kiko Cerrato entra, me dedicaré al 100% a hacer crecer el fútbol base en Cambrils y ayudar también a los entrenadores del club.
¿Cómo cambia Edu de ser futbolista a entrenador? ¿Siempre tuvo claro que quería entrenar o fue algo que le vino después?
Lo tuve clarísimo desde 2009, cuando estaba en el Barça. Me saqué los tres niveles de entrenador y me pasaba todas las tardes en la escuela. Recuerdo que Luis Enrique me dejaba intervenir en los entrenamientos y me preguntaba cómo lo veía. Siempre dije que quería ser entrenador cuando colgara las botas. Me apasiona: leo mucho, estudio métodos. Pero no es fácil. Hay muchos entrenadores para pocos equipos. Y una cosa es tu nombre como futbolista y otra empezar de cero como entrenador. Tienes que volver a hacerte un currículum, ganarte la confianza de la gente y demostrar tu capacidad. Es otro mundo. Exige muchas más horas, más dedicación y sabes que estás siempre en el punto de mira. Todo el mundo opina, todo el mundo cree saber entrenar. Hay que convivir con ello.
Luis Enrique fue su entrenador. ¿Le imaginaba entonces que llegaría tan alto?
Sí, lo tenía clarísimo. Tuve la suerte de hacer pretemporadas con el primer equipo del Barça y recuerdo cómo hablaba Guardiola: podías estar horas escuchándolo. Luis Enrique era más temperamental, pero sabía muchísimo de fútbol. Yo ya decía entonces que iba a llegar lejos, y no es casualidad lo que ha conseguido. Para mí está en el top 3 mundial, junto con Guardiola. También me gustan mucho Ancelotti y Zidane, que han demostrado una gran capacidad de gestión de grupo. Mis referentes serían Guardiola, Luis Enrique, Ancelotti, Klopp y Zidane.
«Deseo que el Nàstic suba al fútbol profesional»
Hablemos de su hermano Joan. ¿Qué final de carrera está teniendo, no? Premio a tantos años de dedicación.
Sí, tiene 38 años y para mí es de los cinco mejores laterales izquierdos de la categoría. Y no lo digo solo porque sea mi hermano gemelo. Es un ejemplo a seguir, un reflejo para muchos niños. Ha hecho méritos más que suficientes para acabar su carrera en Segunda A, como mínimo. Ha tenido nivel para más, pero el fútbol a veces es caprichoso. Por decisiones, o momentos, le ha tocado estar en Segunda B o Primera RFEF. Pero verlo ahora, cinco temporadas en el Nàstic, siendo de los mejores, llevando el escudo con orgullo... para mí es un orgullo inmenso.
¿Sigue al Nàstic?
Sí, deseo que el Nàstic suba y vuelva al fútbol profesional. Es el club de la provincia, donde estuvimos. Por H o por B, en su día no se nos dio la oportunidad de estar en el primer equipo y tuvimos que hacer carrera fuera. Volvió mi hermano, pero no somos ni los primeros ni los últimos a los que les pasa. Le tengo estima, y más ahora, con mi hermano como capitán. Veo lo que sufre, lo que siente. En casa somos del Nàstic, aunque también tengo cariño por el Reus, porque estuvimos cedidos.
Y ya para cerrar: usted, su hermano, Varo, Montalvo.... A veces da la sensación de que no se valora lo suficiente el fútbol tarraconense.
Está claro. En la demarcación de Tarragona hay mucho potencial. Lo que pasa es que siempre miramos a la Ciudad Condal, al Barça y al Espanyol, que tiran mucho. Pero hay que centrarse en lo que tenemos aquí. No mirar tanto a Barcelona, y sí potenciar al futbolista tarraconense. El Nàstic tiene que nutrirse del talento que hay en Cambrils o en los alrededores. Es el emblema de la provincia. Es el club profesional. El que ha estado en Primera, el que puede subir a Segunda A. Y si el fútbol amateur no tiene esa categoría, hay que potenciar el talento local para que pueda nutrir al Nàstic o, ojalá, al Reus si vuelve algún día al profesionalismo. Así, los talentos de aquí podrían vivir del fútbol sin tener que irse fuera.