Ian Gibson: «Los españoles tienen un problema de identidad. No saben quiénes son»

Es como un icono y entrevistarlo emociona. El hombre que puso a Federico García Lorca en el lugar que le correspondía. No es poca cosa. Es un grande

03 mayo 2025 21:46 | Actualizado a 04 mayo 2025 07:00
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La entrevista ha tenido que esperar a que pasaran unos días. Ian Gibson estuvo en Tarragona antes de la muerte del Papa y del apagón, lo que en términos informativos es hace un siglo. Llegó algo frágil, pero con más ironía, intensidad y pasión que nunca. Pasión por la poesía, por España y -cómo no podía ser de otra manera- por Federico García Lorca. Porque sin Gibson (irlandés y enamorado de Baudelaire) Federico, nuestro Federico, se habría difuminado en el silencio de la vergüenza.

¿Definiría a Federico como el Picasso de la palabra? ¿El poeta más influyente del siglo XX?

Buena comparación. Federico es un genio tan genial que yo, que soy su biógrafo y llevo décadas estudiándolo, no presumo de haber llegado ni a atisbar el fondo del pozo. No conozco un caso similar de un ser humano con una cultura milenaria, polifacético, con ese duende. Ese equilibrio perfecto entre lo culto y lo popular.

Tremendamente carismático

Y homosexual. Sin proclamar su homosexualidad no se puede entender a Federico. La familia no lo mencionó nunca. Cuando yo llegué a España no se mencionaba nunca, y uno no puede entender al hombre, pero sobre todo, al artista, sin reconocerlo.

La familia de Federico...

No les culpo, respetaron su pacto con Franco, pero traicionaron a Federico.

Un momento, ¿de qué pacto me habla?

Llegaron a un acuerdo con Franco por los derechos de autor.

No lo sabía...

Y han escrito cinco libros. Por ejemplo el de su hermano, Francisco García Lorca, catedrático de español en los Estados Unidos, Federico y el mundo, un libro en el que no figura ni una sola alusión a la homosexualidad de Federico, sin la cual la obra de su hermano no existe.

Pero ¿cuál fue ese acuerdo con Franco?

La familia de Federico pudo marchar a los Estados Unidos y, tras la guerra, quieren regresar y recuperar todo lo que les han robado los franquistas. Y llegan a un acuerdo con el dictador. En 1953 sale publicada la obra de Lorca en la editorial Aguilar.

¡Tengo ese libro, con el lomo de piel!

Pues tiene usted mucha suerte. Cobraron unos derechos de autor estratosféricos. Pero el precio de la familia fue renunciar a Federico. Renunciar al hijo, al hermano.

¿El silencio fue la condición de Franco?

Exacto. Regresaron, compraron unos terrenos, recuperaron lo material, pero a condición de no criticar al régimen, cosa que la familia de Lorca no hizo nunca. Lo matan en 1936 y se publican sus obras en 1953, tampoco pasa tanto tiempo...

De ahí que nunca se hayan encontrado sus restos

No, disculpa, nunca se ha querido encontrar el cuerpo de Federico. Ni la familia, ni los políticos, ni nadie. Fíjate que la sobrina de Lorca, Laura García Lorca, ante de las cámaras que rodaban un documental dijo «no quiero que encuentren a mi tío, no quiero».

No consigo comprenderlo

Federico es suyo.

¡Pero está enterrado sin ninguna dignidad!

Es más, si pudiéramos recuperar sus huesos sabríamos, o -según mi opinión y por los testimonios que he podido recuperar de cómo pasó Federico sus últimas horas- sabríamos cómo lo torturaron antes de pegarle un tiro.

¿Cómo lo torturaron?

Le metieron unos palos por el ano, por el culo, lo sodomizaron.

...

El terrateniente que ordena su ejecución a pesar de estar protegido por los Rosales, etcétera, es un acérrimo enemigo del padre de Federico. Y ese mismo personaje que odiaba a la familia de Lorca se jactaba después de «haberle metido tres palos por el culo para que sufriera antes de matarlo». Claro que necesitamos los huesos, los necesitamos más que nada, porque sino en ese capítulo esencial de su historia, España pasa por ahí de puntillas, con vergüenza, con silencio.

Usted sabe dónde están.

¡Claro!, lo sé yo y lo sabe mucha gente. A Federico lo entierran y desentierran en diversas ocasiones. Piensa que su madre no se reúne con su familia en el exilio hasta que sabe que su hijo está enterrado en tierra sagrada y así lo hacen. Lo entierran junto a una iglesia.

¿Pero por qué lo perdemos?

Años después, deciden llevarle, a él y a otros asesinados, junto a un olivo en unos terrenos que hoy son el parque Federico García Lorca en Granada. Yo pude hablar con la persona que los volvió a enterrar, me lo señaló y yo pude explicarlo. Pero nadie quiso hacer nada.

Para entonces el dictador Francisco Franco ya llevaba tiempo muerto.

Por supuesto. Estoy hablando de políticos del PSOE, estoy hablando de los que deberían querer más que nadie que Federico reposase en paz. Pues bien, ellos sabían dónde estaba, y decidieron trasladar los huesos junto a una fuente. Ahí están y nadie hace nada.

Leonard Cohen, cuando aceptó el Premio Princesa de Asturias, dijo que no podía comprender cómo todos los españoles no arañaban la tierra para encontrar a Federico García Lorca.

Es que los españoles no saben quiénes son. Tienen un enorme problema con su identidad. Y por eso Federico está donde está. ¿Sabe usted lo qué significa España?

No tenemos tiempo para responder a esta pregunta y a usted lo esperan muchas personas y ya me miran mal...

(Risas). Vale. España significa «tierra de conejos», eso dijeron los cartagineses la primera vez que llegaron aquí. Pero eso no es lo fundamental. ¿Qué es ser español? Pues una mezcla. Usted misma seguramente lleva más sangre judía que ibera. Pero eso no se lo han explicado. Les han vendido historias de cristianos viejos y de los otros, como si los otros no fueran ustedes. Aquí no hay nadie cristiano viejo. Eso es arrastrar una ignorancia de siglos.

Este es un debate complejo.

Todos estos debates lo son y lo dice un irlandés viejo, que ha sufrido dos dictaduras, la de la Iglesia Católica y la de los ingleses. No le recomiendo ninguna.

De la primera sabemos bastante por aquí también.

Es la izquierda la que tiene la responsabilidad de sacar a España de esa división profunda. Son mis amigos, no lo niego, pero son un desastre. Con Federico, los políticos del PSOE de Granada llevan veinte años sabiendo dónde está.

¿Usted cree que él quiere que lo encuentren?

Desde Antígona sabemos que el derecho a una sepultura digna es algo sagrado.

En España 180.000 personas esperan que las entierren.

Es una vergüenza absoluta.

Federico estuvo en Tarragona en 1935 y se enamoró de la ciudad, así lo tenemos escrito en las crónicas del ‘Diari’ de esos días.

No me extraña. Yo no la conocía y no me extraña nada que se enamorara, esta es una ciudad muy lorquiana, muy antigua, muy popular, muy auténtica.

Le puedo explicar una historia.

¡Encantado!

Mi madre tenía una demencia muy avanzada, no nos reconocía pero sabía aún recitar los poemas de Lorca. No los olvidó nunca.

(Silencio) Me ha emocionado. Es que la poesía es el lenguaje del alma, y el alma resiste hasta el final.

Federico habla directamente al alma.

Así es. Federico es el poeta de nuestras almas, por eso es universal, único y genial.

Verde que te quiero verde...

Verde viento. Verdes ramas.

It’s been such an honor.

All mine.

Comentarios
Multimedia Diari