Llega el calor y, con él, proliferan las ofertas de trabajo en la costa. «Buscamos un camarero de pisos para unirse a nuestro establecimiento en Salou». «Necesitamos incorporar a un recepcionista de noche para atender a nuestros huéspedes en Cambrils». El sector turístico busca talento en el arranque de la temporada y no lo halla tan fácilmente.
«Generamos mucho empleo, pero, a veces, no hay quien lo quiera coger», apunta Xavier Guardià, portavoz de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme (FEHT) de la provincia de Tarragona. Los negocios «han pasado a estar en un proceso de captación casi permanente», detalla.
Y desmiente la idea de que los salarios no compensen: «Son equiparables a los de otras profesiones», señala, a la vez que destaca que el sector es «agradable», las tareas «no tienen un gran desempeño físico», las empresas «son más serias» y, «hoy en día, los horarios se cumplen». «Justamente por la escasez que hay, a todos nos interesa que la plantilla se encuentre a gusto», dice.
Los hándicaps son otros. Por un lado, «es un campo en el que se funciona en fin de semana», algo a lo que «no todo el mundo está dispuesto» porque «cada vez más la sociedad va orientada a descansar en sábado y domingo». Por el otro, añade Guardià, «no hay personas que tengan por objetivo dedicarse a ser camarero o recepcionista» y «haría falta promover y prestigiar estas profesiones» porque «de ello depende que continúe la cadena, que haya personal que pueda aprender en el lugar de trabajo». La estacionalidad, pese a que «se va corrigiendo», tampoco ayuda.
Las dificultades para encontrar personal «surgieron en la pandemia y siguen». «El sector estuvo cerrado mucho tiempo, los empleados encontraron otras cosas y se perdió la rueda, y todavía no nos hemos acabado de recuperar», concreta Guardià.
Un reciente informe de Randstad augura «máximos históricos» para la campaña de verano en España, con unas 700.000 contrataciones que son un 9% más que en 2024. Y sitúa Catalunya entre las comunidades a la cabeza del incremento, con 108.975 contratos, un 10,3% más. La restauración es el tercer sector en cuanto a subida.
«Buscamos de todo»
A nivel local, «en el fondo, buscamos casi de todo», precisa el portavoz de la FEHT: «Primero van los cocineros y los camareros, que integran una de las demandas más importantes; pero, luego, viene el personal de recepción, el de limpieza de pisos y habitaciones, y también empleados de mantenimiento, jardineros, socorristas... Son muchas profesiones, todas ellas necesarias. Y, además, hay carencias en todas».
A estas alturas, «un buen volumen de vacantes se han cubierto porque, si no, no abriríamos», pero junio, julio y agosto «son meses más fuertes» en los que «se necesita más gente; los encargados de recursos humanos no paran».
Sin embargo, «el problema más grave», concreta Guardià, no es solamente la falta de trabajadores, sino la de «formación» y «profesionalización». La costa se nutre de estudiantes universitarios que aprovechan las vacaciones para sacarse un sueldo en un empleo de verano y que «vienen muy bien pero en septiembre se van. Y necesitan a alguien que les enseñe cómo se hace y frecuentemente no lo hay».