«No nos olvidemos que hace 200 años, precisamente cuando se inventó la locomotora de vapor, la primera batería eléctrica, cuando se hicieron las primeras fotografías hubo una persona que pensó en el braille, este sistema de lectoescritura para millones de ciegos de todo el mundo». Con estas palabras de Josep Vilaseca Rius, director de ONCE Tarragona, arrancaba ayer la maratón de lectura que en esta edición conmemoraba los dos siglos del descubrimiento de Louis Braille. Se trata de una iniciativa de ONCE Tarragona, que hace 22 años que se celebra, únicamente cancelada en 2020 por la pandemia. La actividad tuvo lugar en la sala de actos de la sede tarraconense con un escenario «como una caja negra, oscura, que denota la oscuridad de la ceguera. Pupitres, cajones y estanterías que albergan libros en braille porque Louis nos ha hecho iguales. Nos ha permitido acceder a la cultura, a la educación y a los trabajos que realizamos diariamente. Un sistema que también ha evolucionado», resaltó Vilaseca.

Para festejar una efeméride tan marcada, durante la tarde y hasta bien entrada la noche se leyeron pasajes de libros sobre escritores ciegos o que versan sobre personajes invidentes. Arrancaron la maratón Miguel González y Teresa Ortega, locutores de Tarragona Ràdio con la novela de Marc Cerrudo Boada, Lluny vol dir mai més. Ricard Ibarra, director territorial de cultura en Tarragona, leyó un texto de la escritora reusense Coia Valls, presente en la sala, Els camins de la llum. Una novela que también escogió Lucía López, Delegada del Govern.
Els bons dies, de Rafael Vallbona, fue el volumen de Montse Adan, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tarragona o La rabia, de Lolita Bosch, en el caso de Santiago Castellà, presidente de la Autoritat Portuària de Tarragona, entre muchos otros lectores. No pocos han sido los grandes escritores que han padecido problemas de visión, desde Jorge Luis Borges, Homero, John Milton, James Joyce o James Thurber. «En muchas ocasiones sobreviene de forma repentina a la edad adulta, pero siguen siendo escritores que hacen vibrar a la gente con sus escritos. El hecho de no ver no les incapacita para seguir teniendo imaginación y hacer volar la de muchos lectores», apuntó Vilaseca.
En la actualidad, ONCE pone a disposición de sus 71.500 afiliados, mediante su Biblioteca Digital, 80.200 obras, en braille (38.000) o audio (40.200). Dispone de 33 Tiflotecas más que suman unas 50.000 obras para prestar, de las que más de 6.500 son en catalán. Y 163 títulos de cuentos, cada uno de ellos, una obra única, porque se elaboran de manera artesanal. En la Tifloteca de la ONCE en Catalunya los afiliados disponen de obras en braille en calidad de préstamo.
El Servicio Bibliográfico gestiona unas 50.000 solicitudes anuales de personas que requieren la adaptación de libros, manuales y otros materiales como apuntes, exámenes y cuentos.