Tarragona rinde homenaje a las víctimas del nazismo

Este fin de semana se celebraron los actos conmemorativos del 80º aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis, y la ciudad de Tarragona estuvo presente en los homenajes. La delegación tarraconense participó ayer en los actos institucionales en Mauthausen (Austria). El sábado también visitaron el campo de exterminio de Gusen, donde colocaron una placa conmemorativa en honor a los 64 tarraconenses víctimas de la barbarie del III Reich.

La comitiva estuvo formada por el alcalde Rubén Viñuales y Sandra Ramos, concejala de Memoria democrática, acompañados por tres familiares de deportados, miembros del Amical de Mauthausen y Joaquim Nolla, director del Arxiu Municipal de Tarragona.

Recuerdo eterno

La primera parada fue sábado por la tarde en Gusen. Allí, la delegación participó en el memorial institucional internacional y la ofrenda floral; luego, colocó la losa en memoria de los deportados durante la II Guerra Mundial. Por qué en Gusen? De los 64 exiliados tarraconenses, la gran mayoría fueron destinados a Mauthausen; todos los fallecidos murieron en Gusen –campo de exterminio situado a unos 5 km.–. «Es un sitio muy duro e intenso de visitar, pero a la vez es profundamente emotivo», relató Sandra Ramos. Cabe añadir que la provincia de Tarragona fue la sexta con un mayor número de deportados durante el Holocausto.

Ayer el grupo visitó el gran acto multitudinario celebrado en Mauthausen, donde participaron en la desfile internacional y en diferentes memoriales, en especial el de la Generalitat de Catalunya y el de los exiliados republicanos. Además de contar con la presencia de representantes del Gobierno de España, diputaciones, entidades de memoria histórica o la Casa Real, los homenajes reunieron a miles de personas alrededor de Europa y el mundo.

Héroes

Las verdaderas protagonistas fueron las tres hijas de deportados que acompañaron la delegación. La concejala contó como fue el privilegio de compartir este momento: «Es muy emocionante saber dónde sus padres pasaron sus últimos días, tras años de silencio». Las jornadas dejaron momentos emotivos: una de ellas aprovechó para ‘hablar’ con su padre en el crematorio de Gusen, donde fue asesinado.

«La ciudad jamás se olvidará de los héroes que lucharon por la libertad», valoró Ramos con orgullo. A su vez, agradeció que la ciudad haya podido cerrar esta «deuda pendiente» en un acto de «verdad, reparación y justicia».

El mensaje que nos deja el necesario recuerdo de este oscuro episodio es claro: «Nunca más».