Marta Milà (nacida en Vilafranca del Penedès) lleva poco más de seis meses al frente de la gerencia de la Regió Sanitària Camp de Tarragona. Es la representante del Departament de Salut en el territorio. Milà es doctora en Medicina, especialista en Medicina Nuclear, y graduada en Derecho. Además, cursó un máster universitario en Gestión Sanitaria. Trabaja y estudia desde los 16 años y fue madre joven por voluntad propia. En 2016, inició su carrera como jefa de Medicina Nuclear en el Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona. Desde 2020, ha sido Coordinadora de Medicina Nuclear en el Institut de Diagnòstic per la Imatge (IDI). Dice que su objetivo frente a la gerencia es dejar «su granito de arena».
¿Está clara la ubicación del nuevo Centre d’Urgències d’tAtenció Primària (CUAP)?
No, todavía no. Nos hemos reunido con los profesionales para conocer las necesidades y, en breves, pondremos en marcha un proyecto de participación ciudadana. La ciudadanía también dirá la suya en este proceso de decisión. Luego será el momento de ver si hay solares disponibles en la localización que decidamos.
¿Cómo participará la ciudadanía?
A través de un consejo de pacientes, que territorializaremos. Seremos la primera región en tenerlo.
¿Cuántos años tardaremos en ver el nuevo CUAP?
Estamos en el inicio del proyecto y dar una fecha será imprudente.
¿Se descarta Ponent?
No descartamos ninguna ubicación. Trabajamos en una hoja en blanco. Ir con ideas preconcebidas solo hará que la decisión sea sesgada.
El CAP Jaume I ha quedado pequeño. ¿Hay pensamientos de ampliarlo?
Estamos estudiando la propuesta de trasladar el centro de atención primaria de la Part Baixa al solar donde actualmente hay el parking municipal de Francesc Bastos.
Los trabajadores del Joan XXIII siguen sin parking.
Hace unos días se constituyó la mesa de movilidad, que cuenta con representantes de todas las partes implicadas: trabajadores, Ayuntamiento, Generalitat, ciudadanía, etc. Hemos marcado las líneas de funcionamiento.
¿Cuál es el objetivo?
Va mucho más allá de solucionar el tema del aparcamiento del personal. La idea es saber como influencia en materia de movilidad el Joan XXIII. Tanto a nivel de ciudad como de demarcación.
¿El nuevo hospital tendrá un parking para trabajadores?
Es una de las cosas que trataremos en estos encuentros.
¿Y, más a corto plazo, se descarta alquilar un solar próximo al hospital para el personal?
Por ahora no está sobre la mesa.
¿Por qué faltan médicos en Tarragona?
La explicación la debería dar un demógrafo. Pasa lo mismo en el resto de sectores. Los babyboomers se han jubilado y las nuevas generaciones no tenemos tantos hijos. Lo que sí es verdad es que, a partir de este año, empezarán a salir más graduados que médicos se jubilarán.
¿Os da miedo no llegar a tiempo con el relevo y que los hospitales queden vacíos?
No. Debemos gestionar con lo que tenemos y que el médico pueda hacer de médico y no de secretario.
Dicen que hay mucha fuga de talento en busca de mejores condiciones.
Las estadísticas no dicen esto. Hay que tener en cuenta que hay muchos médicos que, después de formarse, vuelven a su ciudad de origen. Somos una sociedad muy familiar.
¿Tiene sentido que los de aquí se vayan y que más de la mitad de médicos colegiados sean extracomunitarios?
Vivimos en un mundo global con movimientos migratorios. La sanidad no es una excepción.
Dicen que algunos de los médicos extracomunitarios ejercen la especialidad sin tenerla homologada.
Se está intentando acelerar el proceso de homologación ya que es muy largo. De todas maneras, no pueden ejercer de especialistas.
Pues está pasando. Lo sé de buena tinta.
Debe tratarse de médicos tutelados. Un superior revisa su trabajo mientras dura el proceso de homologación.
En junio abre un hospital privado en Tarragona. Dicen que trabajarán médicos de la pública...
Para los médicos, la privada suele ser un complemento de la pública, en la que no existe el ámbito de la investigación y la docencia.
Los médicos van a trabajar por la tarde en la privada mientras las listas de espera en la pública siguen creciendo.
Los recursos públicos son finitos. Con lo que tenemos debemos ser el máximo de efectivos. No podemos simplificar las cosas. Hay muchos factores que intervienen.
Casi un 40% de los tarraconenses cuentan con una mutua privada. ¿La sanidad pública no da respuesta a sus necesidades? ¿Se ha perdido la confianza?
Las mutuas privadas crecen en toda Catalunya. Este dato debe hacernos reflexionar. Por nuestra parte, trabajamos para mejorar la accesibilidad a nivel de la atención primaria, por ejemplo.