La Pedrera del Mèdol, situada al pie de la AP-7 a su paso por Tarragona y parte del conjunto arqueológico de Tarraco, se incorpora como nuevo espacio del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT).
Este paso se produce tras la donación del yacimiento por parte de la empresa Abertis Infraestructuras S.A. a la Agència Catalana del Patrimoni Cultural, entidad adscrita al Departament de Cultura. Así, la Pedrera del Mèdol pasa a formar parte del equipamiento del MNAT.
La empresa Abertis fue propietaria de la Pedrera romana del Mèdol desde 1988. La finca, de 11 hectáreas, es accesible desde el área de servicio El Mèdol de la autopista AP-7, así como desde la autovía A-7 y la carretera nacional 340.
Desde el año 2000, la Pedrera romana del Mèdol está reconocida como Patrimonio Mundial, formando parte del conjunto arqueológico de Tarraco. El yacimiento también está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
Estudios para la reapertura
Con la firma este lunes 12 de mayo de la donación, la Pedrera pasa a ser propiedad de la Generalitat de Catalunya, lo que permitirá a la Agència Catalana del Patrimoni Cultural y al MNAT iniciar los trabajos necesarios para la mejora del espacio.
Las actuaciones afectarán tanto al recorrido perimetral, actualmente abierto al público, como al conocido como Clot del Mèdol, la cavidad creada por la extracción de piedra en época romana, cerrada desde 2014.
La voluntad del MNAT es potenciar la conservación del yacimiento, mejorar la accesibilidad e integrarlo de forma efectiva en el circuito de visitas y actividades de la institución, dentro de la oferta patrimonial del conjunto arqueológico de Tarraco. Se destacará especialmente su relación con otros espacios cercanos a la antigua Vía Augusta, como la Torre dels Escipions, la villa romana de Els Munts o el Arc de Berà.
En este sentido, la institución comenzará de inmediato acciones de mantenimiento, jardinería y mejora de señalización y accesos para acondicionar el recorrido perimetral exterior. Estas acciones permitirán también realizar mejoras puntuales en los cuatro miradores perimetrales que permiten observar el Clot del Mèdol y su entorno desde diferentes perspectivas.
Por otro lado, el MNAT ha comenzado a trabajar también en la posibilidad de reabrir el Clot del Mèdol a los visitantes, cerrado desde 2014 por decisión del antiguo propietario. En este sentido, ya se han encargado estudios botánicos a AZ Medi Ambient i Paisatge, S.L. y estudios geológicos al Laboratorio de Materiales de la Escuela Politécnica Superior de Edificación de Barcelona (EPSEB), de la UPC, con el objetivo de valorar una posible reapertura parcial del acceso durante el último trimestre de este año.
En cuanto al centro de interpretación ubicado en el área de servicio El Mèdol de la autopista AP-7, la Agència Catalana del Patrimoni Cultural ya ha iniciado gestiones con la concesionaria para firmar un convenio que permita su gestión por parte del MNAT.
Desde el MNAT ya se está diseñando también la incorporación de la Pedrera del Mèdol al programa de actividades y visitas del equipamiento lo antes posible. En este sentido, se prevé que la programación «Estiueja al MNAT» incluya, a partir de la primera semana de julio, itinerarios gratuitos con guía por el espacio todos los fines de semana.
La cantera de Tarraco
La Pedrera del Mèdol fue una de las Pedreras locales de época romana que abastecieron a la ciudad de Tarraco, y una de las más espectaculares por sus dimensiones y estado de conservación. Actualmente, se trata de un clot (hoyo) de unos 200 metros de largo y una anchura que varía entre 10 y 40 metros, en cuyo centro se conserva una aguja de veinte metros de altura, testimonio de la cota original de la roca.
La llamada piedra del Mèdol fue la más utilizada en la construcción de Tarraco y sigue siendo visible en el aspecto de la ciudad por su color amarillo característico. Se trata de una lumaquela miocénica, fácil de trabajar, utilizada en monumentos como la muralla de Tarraco, el foro provincial o el anfiteatro.
La Pedrera fue explotada al menos desde el siglo I a.C., y se estima que se extrajeron unos 150.000 metros cúbicos de piedra. El espacio ofrece información para estudiar las técnicas de extracción romanas, además de otros puntos de interés arqueológico como hornacinas o capillas de divinidades.
Interés botánico y faunístico
La especial configuración del Clot, resultado de siglos de explotación, ha generado un microclima debido a la profundidad, la humedad y la sombra del espacio. Como consecuencia, presenta un alto interés botánico, por el tamaño de algunos ejemplares mediterráneos (como el lentisco, el acebuche y el aladierno), así como la presencia de dos especies con régimen de protección especial: la caracola sanguínea y el palmito.
En cuanto a la fauna, el Clot alberga especies singulares como el azor, la paloma torcaz, el vidriol (lagarto sin patas), varios murciélagos, el dragón común y el dragón rosado.
Con la incorporación de la Pedrera del Mèdol, ya son 8 los espacios patrimoniales de la comarca del Tarragonès gestionados por el MNAT: el Museu Arqueològic de Tarraco (en remodelación, con parte de la colección en el Tinglado 4), la Necròpolis de Tarraco, el Teatre de Tarraco, la Torre dels Escipions, y la Pedrera del Mèdol, en la ciudad de Tarragona; la villa romana de Els Munts, en Altafulla; Centcelles, en Constantí; y el Arc de Berà, en Roda de Berà.