Más de una década y media después, la Generalitat de Catalunya abrirá el cajón de los proyectos pendientes para recuperar un viejo plan: el del instituto en Tarragona 2. Según ha podido saber el Diari, la reactivación de este centro educativo es uno de los acuerdos que ha pactado el Govern del PSC con los Comuns para aprobar esta semana el tercer suplemento de crédito del presupuesto prorrogado de la Generalitat de Catalunya, valorado en más de 468 millones de euros.
Las fuentes consultadas confirman que en el pacto, que podría hacerse oficial hoy, se incluirá la «redacción del proyecto constructivo del Institut Tarragona en el solar municipal de Josep Gramunt i Subiela, calificado como equipamiento educativo una vez lo ceda el Ayuntamiento de Tarragona».
El Tarragona style de los Comuns en la Plaça de la Font, donde en el pasado presupuesto municipal incorporaron nueve millones para políticas de vivienda, llega a la Plaça de Sant Jaume de Barcelona. Y lo hace por la puerta grande, reactivando en el refuerzo de las cuentas del Govern de Salvador Illa (PSC) un proyecto que parecía descartado, tras 16 años en el olvido.
«Ahora, en condiciones indignas»
«Ha llegado el momento. La suma de factores como las negociaciones del POUM, el traslado del Ayuntamiento a Lletres, el nuevo mapa de adscripción, el estado de las instalaciones y la negociación del suplemento de crédito permiten que sea la ocasión ideal para recuperar un proyecto que nunca debería haberse dejado de lado», indica el portavoz de En Comú Podem en el consistorio tarraconense, Jordi Collado.
El líder de los Comuns critica que, desde 2009, este centro se ubique en el antiguo edificio de Lletres de la Plaça Imperial Tarraco. «Estamos hablando de un instituto con 600 alumnos en unas condiciones que no son dignas: un patio que antes era un aparcamiento, sin salón de actos, sin vestuarios y con problemas de salubridad en la estructura. Todo esto, mientras el equipo docente se deja la piel cada día para ofrecer la mejor educación posible», afirma el edil.
«TGN debe recuperar el pulso inversor en Educació. Faltan El Miracle, Ponent y l’Arrabassada»
Jordi Collado
Portavoz ECP en Tarragona
El refuerzo de la inversión en materia educativa es, de hecho, uno de los ejes de la colaboración que los Comuns mantienen con el PSC a nivel autonómico. En este sentido, en el pacto para la tercera ampliación de crédito se establece que se reforzará con 209 dotaciones docentes y 352 dotaciones de personal la cobertura de necesidades de la Escola Inclusiva. En total, se destinarán 22,7 millones en el próximo curso, de los cuales 6,9 durante el 2025.
«Tarragona debe recuperar el pulso inversor en educación. Este proyecto es solo el primer paso. La Escola Ponent, la ampliación o la adaptación de El Miracle, terminar el Institut-Escola de l’Arrabassada, la climatización de los centros y la mejora de los patios son prioridades con las que estamos trabajando», indica Jordi Collado en declaraciones al Diari, al mismo tiempo que añade que «es necesario más personal y ratios más bajas, pero también espacios dignos y modernos que estén a la altura del compromiso que esta ciudad tiene con la educación».
En Lletres desde 2009
La ubicación de un instituto en Tarragona 2 es una posibilidad de la que se habla desde el gobierno de Josep Fèlix Ballesteros (PSC) con ERC, en esa época con una Generalitat liderada por el Tripartit de José Montilla (PSC).
De hecho, el 18 de julio del 2008 el pleno municipal aprobó con el voto favorable de PSC y ERC y las abstenciones de CiU y PP recalificar los terrenos, de 7.340 metros cuadrados, para construir un centro educativo para unos 450 alumnos de la ESO y Bachillerato procedentes en su mayor parte de las escuelas Pax y Pràctiques.
Con el primer paso dado por el consistorio, empezó la polémica con la asociación de vecinos de Tarragona 2, que se opuso al proyecto de manera contundente. Los residentes de la zona, de hecho, presentaron alegaciones y un recurso judicial, en base a un informe técnico en el que argumentaban la «inviabilidad» de que el entorno albergara un instituto «con viales de solo cinco metros». El estudio alertaba, asimismo, del riesgo de «colapso» de la zona en caso de que la Generalitat tirara hacia adelante el instituto.
Primero el Ayuntamiento y luego el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) desestimaron las quejas de los vecinos. Por ello, en octubre del 2009 el consistorio acordó ceder el solar al Departament d’Educació, con el fin de construir un centro de unos 2.500 metros cuadrados, con biblioteca y varias pistas polideportivas en el recinto.
El centro educativo está de manera provisional en la Plaça Imperial Tarraco desde el año 2009
Ya en ese momento, el Ayuntamiento habló de que «con el nuevo POUM» se lograría evitar un posible colapso de tráfico. ¿Cómo? Mediante un puente sobre la autovía A7 que enlazaría la avenida Marquès de Montoliu con las calles Pi i Maragall y Gramunt i Subiela de Tarragona 2.
En el acuerdo de la cesión gratuita del solar se indicaba que, una vez formalizada la operación, la Generalitat tenía cinco años para construir el instituto, que debía tener una actividad mínima de tres décadas. De lo contrario, el solar debería volver a manos municipales.
¿Qué pasó entonces? Que en 2009, en el peor momento de la crisis económica, Ayuntamiento y Generalitat acordaron que el instituto previsto en Tarragona 2 se ubicara «provisionalmente» en el antiguo edificio de Lletres de la Plaça Imperial Tarraco.
Ese traslado, que debía ser solo «temporal», se consolidó y, de hecho, en 2013, el Govern entonces liderado por CiU paralizó sine die la opción de Tarragona 2 para centrarse «en los centros que aún tienen barracones». Por ello, debido a que «el Institut Tarragona funciona muy bien en Lletres», se acordó que la ubicación definitiva «no será prioritaria hasta que la coyuntura económica mejore», indicaba entonces directora territorial de Ensenyament, Maria Àngels González. Por ello, la cesión dejó de tener vigencia y el solar revertió al Ayuntamiento.
12 años después, el instituto sigue en Lletres pero, por primera vez desde 2009, vuelve a vislumbrar una solución definitiva para dejar de una vez por todas una incómoda provisionalidad.
