La Guardia Civil ha destapado un nuevo y preocupante caso de maltrato animal en la provincia de Tarragona. Tres cachorros de perro, de apenas unas semanas de vida y de la raza bodeguero valenciano, fueron hallados con la cola amputada en condiciones deplorables en una finca de la localidad de L’Aldea, en el Baix Ebre. La intervención, llevada a cabo por una patrulla del SEPRONA, ha derivado en la investigación formal de un vecino de Tortosa como presunto autor de los hechos.
Los agentes accedieron al terreno durante una inspección ordinaria y lo que encontraron fue alarmante: un capazo escondido entre enseres, con mantas sucias manchadas de sangre, y en su interior, tres crías de perro. Los animales presentaban cortes recientes en la zona de la cola, con heridas abiertas que todavía no habían empezado a cicatrizar.
Los animales presentaban cortes recientes en la zona de la cola, con heridas abiertas que todavía no habían empezado a cicatrizar
El hallazgo activó de inmediato el protocolo de emergencia. Los cachorros fueron trasladados a un centro veterinario donde fueron atendidos de urgencia para tratar el daño físico y prevenir posibles infecciones.
El propietario del terreno, residente en Tortosa, no pudo aportar ningún informe clínico que justificara la intervención, algo obligatorio en caso de necesidad médica. La legislación española es clara al respecto: prácticas como la caudectomía –nombre técnico de la amputación de la cola– están prohibidas cuando su única motivación es estética. Solo se permiten si existe una causa terapéutica acreditada por un veterinario colegiado, y deben quedar registradas oficialmente.
La caudectomía –nombre técnico de la amputación de la cola– está prohibida cuando su única motivación es estética
Ante la falta de justificación, los agentes instruyeron diligencias por un posible delito de maltrato animal. El hombre fue citado como investigado y se enfrenta ahora a una posible condena por atentar contra el bienestar de los animales, según el Código Penal.
Este caso ha vuelto a poner el foco sobre la persistencia de prácticas ilegales que, aunque cada vez menos frecuentes, siguen produciéndose bajo la falsa creencia de que ciertas razas ‘deben’ tener una determinada apariencia física. Desde la Guardia Civil recuerdan que estas acciones suponen un daño innecesario para los animales y que pueden ser denunciadas de forma anónima a través del teléfono 062 o del correo electrónico [email protected], disponible 24 horas al día.