La Guardia Civil ha detenido este domingo en la provincia de Cádiz al último de los tripulantes de la narcolancha implicada en la muerte de dos guardias civiles el pasado 9 de febrero de 2024 en el puerto de Barbate.
El arrestado se encontraba en busca y captura desde septiembre, cuando el Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate emitió una Orden Internacional de Detención (OID) en su contra.
Se le acusa de haber participado en la embestida mortal que acabó con la vida de los agentes David Pérez y Miguel Ángel González, miembros del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) y del Grupo de Acción Rápida (GAR), respectivamente.
La detención completa el cerco policial en torno a los ocupantes de la barcaza, ya que se trata del cuarto y último implicado que permanecía huido desde los hechos. Previamente, en septiembre de 2024, fue arrestado Karim El Baqqali, considerado el piloto de la narcolancha.
El Baqqali se entregó voluntariamente en Barbate tras llegar desde Marruecos acompañado de su abogado, en lo que fuentes jurídicas describieron como un acuerdo con la Fiscalía. Posteriormente, en noviembre, fueron detenidos otros dos tripulantes, también en territorio marroquí, y extraditados a España.
La operación ha sido coordinada por agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz y la Unidad Central Operativa (UCO), en colaboración permanente con las autoridades marroquíes, país donde los tripulantes habían buscado refugio tras los hechos.
Los hechos que desencadenaron esta investigación se remontan a la noche del 9 de febrero de 2024, cuando los agentes fallecidos intentaban identificar una narcolancha atracada en el puerto de Barbate.
En ese momento, la embarcación neumática en la que viajaban fue embestida de forma deliberada por otra lancha semirrígida de gran potencia. Tras una intensa búsqueda y confusión inicial, la investigación dio un giro crucial: se descartó la participación de la embarcación pilotada por Francisco Javier M. P., alias «Kiko El Cabra», que inicialmente había sido señalada como autora del atropello.
«Kiko El Cabra», actualmente en prisión preventiva, permanece imputado por otros delitos relacionados con el narcotráfico, pero no por el doble homicidio de Barbate.
Este caso reavivó el debate sobre el narcotráfico en el Estrecho y la falta de medios materiales y humanos con los que operan las fuerzas de seguridad en zonas especialmente sensibles como la costa gaditana. La muerte de los dos agentes provocó una ola de indignación social y política, con protestas de sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles, que exigieron mayores recursos y cambios legislativos para hacer frente a las bandas del narcotráfico que operan en la zona con medios cada vez más sofisticados y agresivos.
Con esta nueva detención, se cierra —al menos en cuanto a la identificación y captura de los implicados directos— uno de los episodios más trágicos y mediáticos del narcotráfico reciente en España.
