Situaciones de ocupación, realquiler ilegal, alquiler compartido forzoso, viviendas sobreocupadas... Son todas caras de un fenómeno prácticamente invisible, pero igual de preocupante: el sinhogarismo oculto.
La ciudad acogió ayer una jornada sobre el tema organizada por el Servei Municipal de l’Habitatge, en la que estuvieron presentes representantes políticos, técnicos y entidades de la ciudad.
En el marco de las jornadas se presentó el proyecto europeo de investigación Liquid Housing de la Cátedra UNESCO de Vivienda de la URV. El estudio contó con la participación de 263 personas y 41 comunidades de vecinos para intentar aproximarse al fenómeno, como explicaba el director de la cátedra, Hèctor Simón.
Advertía Simón que es crucial comenzar a pensar en el tema con la vista puesta en las próximas décadas. Entre las propuestas del proyecto se plantea la creación de un observatorio para identificar las zonas con mayor ocultación y afinar las políticas de vivienda.
Se trata de un fenómeno complejo, explicaba el investigador, detrás del cual no hay una única causa. Se unen los problemas en el acceso a la vivienda, la pobreza y la falta de una red de apoyo, entre otros.
37 desahucios al mes
Cecilia Mangini, concejala de Servicios Sociales, destacaba que Tarragona cuenta con una oficina social de vivienda que se dedica a acompañar y asesorar a personas con riesgo de exclusión social o habitacional. En este sentido, recordaba que en Tarragona hay una media de 37 desahucios al mes.
El concejal de Urbanismo, Nacho García, reconocía por su parte que «estamos ante un fenómeno complejo, que no es fácil de detectar y conseguir datos para diseñar políticas para abordarlo. Desde el Ayuntamiento y desde SMAHUSA estamos trabajando insistentemente para aumentar el parque de vivienda social en toda la ciudad».