Los baches y socavones todavía muestran los efectos de la última dana en la Platja Llarga. Los accesos y las zonas de estacionamiento presentan un estado deplorable, a la que hay que sumar el gran agujero que tienen que atravesar las personas que acceden por una de las entradas más concurridas, junto al Club de Vela.
«No sé a qué esperan para arreglarlo. Esto hace meses que está fatal y dentro de cuatro días estará llenísimo de gente y no podrá aparcarse en ninguna parte», lamentaba Pilar Bueno. Los valientes que se bañan todavía son pocos, pero la afluencia de gente que va a pasear durante estos días de puente y los fines de semana es considerable desde la Semana Santa.
Uno de los temas que más preocupa es dónde podrá aparcarse, después de que algunas zonas están tan mal que los coches casi no pueden ni entrar. «No sé cómo piensan hacerlo. Si en verano esto ya se pone imposible, este año van a ser los juegos del hambre», decía Yolanda López.
La dana del mes de noviembre provocó importantes destrozos. Sobre todo, en el extremo del club más próximo a la Bassa Closa, después de que el agua se llevó por delante una parte de las instalaciones del club tendrán que derribarse en los próximos meses.
Según el Ayuntamiento de Tarragona, la empresa municipal de aguas Ematsa tiene previsto llevar a cabo una actuación para arreglar los socavones y volver a enterrar las cañerías, que quedaron al descubierto a raíz de la borrasca.
La actuación ya ha sido adjudicada a la empresa Elecnor Servicios y Proyectos SAU. Tan solo está a la espera de que se formalice el contrato y de la autorización por parte de Costes de la Generalitat para que pueda iniciarse.
Los trabajos a ejecutar hacen referencia a la obra civil de rehabilitación del acceso a la Estación de Bombeo (EB) Llarga. Para ello será necesario el movimiento de tierras, la compactación y la estabilización del suelo. Esto afecta a todo el espacio de la desembocadura del barranco de la Bassa Closa, de forma que se mejorará tanto la zona de aparcamiento como el acceso a la playa.
Primera fase
El proyecto tiene una duración prevista de un mes y el contrato se ha adjudicado por valor de 104.218 euros (IVA incluido).
Esta intervención representa una primera actuación dentro del plan que después tiene que servir para ‘adecentar’ las instalaciones del Club de Vela. Esto pasa por el derribo del módulo afectado, en el que había una parte de los almacenes y una de las zonas de vestuarios.
En este caso, el proyecto también salió a contratación pública, aunque todavía no hay una fecha para el inicio de los trabajos. Estos van a cargo del Departament d’Economia de la Generalitat, que es el titular de unas instalaciones que forman parte de la misma finca que la Ciutat Residencial.
Desde la administración autonómica se asegura que la intención es que las obras puedan iniciarse «antes de que empiece el verano». El calendario con el que se está trabajando sitúa este escenario en junio, aunque la fecha final estará condicionada según vayan obteniéndose todos los permisos, teniendo en cuenta que «hay muchas administraciones implicadas».
El derribo de esta parte de las instalaciones seguirá adelante a la espera del cambio de ubicación, teniendo en cuenta que se ha planteado que estas retrocedan para evitar nuevos episodios. Al respecto, el departamento que lidera Alicia Romero asegura que «ahora mismo estamos preocupados y ocupados con el derribo del módulo afectado y después ya se estudiará qué puede hacerse».