Marc Montalvo, uno de los pilares del centro del campo del Nàstic, no escondió su decepción tras la derrota por 1-3 contra la Real Sociedad B en el primer asalto de la final por el ascenso a Segunda División. En sus declaraciones postpartido, fue honesto, dolido, pero también firme en su compromiso con el equipo y la afición.
«Está claro que no estamos contentos, que el partido no se ha dado como queríamos», reconoció. «Al final han sido errores puntuales. Creo que el equipo ha propuesto, ha controlado medianamente bien el partido, hemos tenido ocasiones, pero lo que está claro es que no se pueden cometer tantos errores en defensa».
El tercer gol, encajado en los últimos minutos, fue especialmente doloroso: «Con el 1-2 estábamos dentro de la eliminatoria, pero ese 1-3 al final lo complica todo. Aun así, los que somos de aquí sabemos que este equipo lucha hasta el final, que se dejará la piel. Y que nadie dude de que lo intentaremos, porque nosotros nos vemos capaces de hacerlo».
«Estamos tocados, pero mañana ya empezamos otra vez»
Montalvo reconoció que el vestuario está dolido: «Ahora mismo estamos tocados. No puedo mentir, estamos enfadados y decepcionados con nosotros mismos. Pero como he dicho, yo que soy de aquí te lo puedo asegurar: lo dejaremos todo. Lucharemos hasta el final. Y ojalá nuestra afición nos pueda ayudar allí lo máximo posible. Ha sido un golpe duro, pero desde ya les animamos a que nos acompañen, porque vamos a pelear por esto».
Sin exceso de confianza, pero con ilusión
Sobre si pudo haber un exceso de confianza tras superar al Real Murcia y jugar ante más de 15.000 personas, Montalvo lo negó tajantemente.
«No creo que haya sido exceso de confianza, sino todo lo contrario. Teníamos toda la ilusión del mundo, teníamos la máxima confianza, pero la buena. Veníamos de eliminar al Murcia, de hacer las cosas bien, de ganar al Sanse en casa durante la liga... Hoy nos vamos tocados, pero mañana empezamos una nueva semana, empezamos a entrenar y a darlo todo para volver a intentarlo el domingo», explicó.
Un equipo que no se rinde
Sobre el gol encajado en los primeros minutos, que llegó cuando el estadio vibraba con una atmósfera imponente, Montalvo fue claro: «Creo que el primer gol ha sido el que menos daño nos ha hecho. Entramos bien al partido, con energía, con ganas, con toda la afición volcada. Sí que es verdad que fue un jarro de agua fría, pero nos repusimos bien. Volvimos a intentar tener la iniciativa con la pelota, controlar el partido. Para mí, el segundo y el tercer gol fueron más decisivos que el primero».
El Nàstic está obligado a remontar en Zubieta si quiere volver al fútbol profesional. El reto es difícil, pero con jugadores como Marc Montalvo, que sienten el escudo y creen en el equipo, la fe sigue viva.