Así ha sido el ambiente que se ha vivido en el Nàstic de Tarragona-Arenteiro
La ‘kiss cam’ animó la previa, en la que parte de la afición recibió al autobús grana, pero faltó algo que debe recuperarse en el ‘play-off’

El recibimiento de la afición grana a la plantilla del Nàstic.
El Nàstic no se jugaba el ascenso en este partido. No. Ni tan siquiera entrar al play-off. Tampoco. Pero lo que había en juego era generar buenas sensaciones para afrontar la promoción con la mejor cara posible. Y en el ambiente no había esa sensación de día ni de año grande, a pesar de que el Nou Estadi presentaba un gran aspecto al contar con una asistencia de 9.125 espectadores.
El club quiso animar la previa con la llegada del autobús de la expedición grana a las 17.30 horas, una hora y media antes de que diera inicio el partido ante el Arenteiro. Sin ser como las del pasado año contra el Ceuta y el Málaga, que se repetirán en el play-off, decenas de aficionadas y aficionados recibieron a la plantilla, encabezada por el capitán Joan Oriol.
Una vez que el público iba accediendo poco a poco al templo grana, se activó la kiss cam, que enfocó en distintas ocasiones a parejas de las gradas que tuvieron que darse un beso para superar la ‘prueba’ y levantar los aplausos del Nou Estadi. Después del himno y de la pancarta de Orgull Grana, el ambiente en el feudo nastiquer fue más o menos el mismo que en los otros partidos de liga, a pesar de que se superó ampliamente la media de asistencia de esta temporada.
Solo el tanto de Álex Jiménez supuso un soplo de aire fresco para el público del Nou Estadi. La kiss cam reapareció en escena en el descanso, y la segunda parte adquirió el mismo tono.
Un tono que se animó poco a poco a medida que el Nàstic iba incrementando su presencia ofensiva. La entrada de Enric Pujol y de Oriol Subirats fue una alegría, y el gol de Pablo Fernández y el final del partido mostraron la comunión que hay entre la parroquia grana y la plantilla.

Aficionados del Nàstic en la grada del Nou Estadi.

Aficionados del Nàstic antes del partido.

Una aficionada del Nàstic en la grada del Nou Estadi.

Aficionados del Nàstic antes del partido.