¿Por qué algunos hombres odian a las mujeres? «Ese título refleja la sociedad española más que la mía. Pero cuando empecé mi carrera como escritora para un periódico, cuando trabajaba en aquel periódico y estaba empezando el movimiento feminista, a toda una serie de autores estadounidenses se les veía como hombres que odiaban a las mujeres. Norman Mailer, por ejemplo, que las veían como objetos sexuales». La por aquel entonces joven no es otra que la escritora estadounidense Vivian Gornick (Nueva York, 1935), que ayer dio una rueda de prensa con motivo de su presencia en la Feria del Libro de Madrid. Gornick presentaba Por qué algunos hombres odian a las mujeres, publicado por Sexto Piso en castellano con traducción de Cristina Lizarbe y por L’Altra Editorial en catalán, traducido por Míriam Cano.
Para Gornick es imprescindible la conciencia feminista, ser activas en la vida política. «Quiere decir que cada día te despiertas con la conciencia de los derechos de las mujeres. Se requiere tenerla. Así es como se produce el cambio social», porque a pesar de que «hemos avanzado mucho, vamos a cámara lenta. Hay mucho más que debemos conseguir», alienta. «Hay que conseguir una interpretación política. Entonces es útil. Eso es lo que debería estar pasando en relación a los derechos de la mujer. Si no existe la intención política, es cotilleo», sentencia.
Feminismo y política, la conversación deriva indefectiblemente hacia Donald Trump. «Teníamos que llegar a él. Es inevitable», dice. «La era de Trump es un momento terrible, pero las mujeres la sobreviviremos y el feminismo sobrevivirá», asegura. Y en este sentido, Gornick recuerda que «al día siguiente de que la Corte Suprema estadounidense derogara, en 2022, la sentencia Roe vs. Wade, que protegía el derecho al aborto a nivel federal, surgió una gran red de apoyo a mujeres para facilitar abortos en aquellos Estados donde seguía siendo legal. No sé si esto es bueno o malo, pero al año siguiente de la derogación, se practicaron el doble de abortos en Estados Unidos. Las mujeres dejaron claro que no iban a dejarse intimidar por ninguna ley».
El volumen ¿Por qué algunos hombres odian a las mujeres? recoge algunos de sus textos feministas de los 70, en los que reflexiona sobre los grupos de autoconciencia y denuncia la misoginia de autores de renombre como Saul Bellow, Philip Roth o Henry Miller. «Hay toda una generación de intelectuales estadounidenses antecesores míos con una influencia muy negativa sobre mí: nos han hecho aprensivas, inseguras, nos hemos identificado con todo eso y hemos tenido que luchar contra ello. Aun así, seguimos con esa influencia. Entre esos hombres, muy pocos cambian».
Odio mutuo
Para Gornick la reacción de la era Trump no es especial. «Siempre ha estado ahí, en cada paso del proceso. Cada diez años sale alguien diciendo que el feminismo ha muerto. Siempre lo he leído. Pero nunca vamos a llegar a la situación en que las mujeres quieran quedarse en casa. Nunca va a ocurrir».
Como punto de inflexión, el #Metoo, «denunciando el sexismo y el acoso en el lugar de trabajo. Poniendo en evidencia que ese fuerte antagonismo entre hombres y mujeres persistía. Se trata de relaciones instrumentales, no amigables, no reconociéndonos como criaturas semejantes. Pero lo cierto es que no creo que ellos nos odien más de lo que nosotras las odiamos a ellos», asevera.
La neoyorquina considera que desde la Revolución Francesa no ha habido nada que haya avanzado de manera tan lenta como el feminismo, pero no hay duda de que «nunca retrocedemos». Gornick opina que la gran aportación de su generación fue sacar a las mujeres del hogar. «Freud dijo que la vida es trabajo y amor. Las mujeres siempre hemos tenido el amor y a lo mejor el trabajo y el feminismo le ha dado la vuelta. La vida es trabajo y luego amor. El trabajo es la esencia, un trabajo con propósito. Sin ello no podemos hacer nada y eso es lo que empuja todo el movimiento feminista».